¿Dietas en diciembre?

"Un menú navideño suele tener unas 3.500 calorías. Los kilos de más son los temas que se asoman al tapete de cada reunión"

Cuando llega la Navidad no sólo abundan los regalos y la hermandad. La comida también está presente junto con los kilos de más, que nadie quiere exhibir, pero que son inevitables ante los platos típicos que sólo se preparan y comparten en fechas decembrinas como el pan de jamón, las infaltables hallacas.

Aunque se desee comer correctamente y perder algunos kilos, pocos pueden resistirse a la variedad gastronómica que familiares y amigos suelen servir. "Una manera de disminuir calorías sin restarle sabor a los alimentos es adaptar las recetas a ingredientes menos calóricos", señaló la nutricionista Maritza Semprún. La creatividad es una de las mejores aliadas para conseguir resultados que no atenten contra la silueta femenina o masculina. "Si lo que quiere es degustar una hallaca, en vez de añadirle cerdo, se le puede agregar pollo. Y, en el caso del pan de jamón, se le incorpora pavo. Así se degusta un plato tradicional sin remordimientos", añadió Semprún.

La incorporación de vegetales en las preparaciones también resulta beneficiosa para la salud. Existe la tendencia de realizar hallacas vegetarianas rellenas con pescado, papa, huevo o garbanzos. "De esta forma las personas pueden disfrutar de un plato libre de grasas y no se pierde la tradición de comerse una hallaca. La diferencia está en el relleno", dice Carlos Sánchez, especialista en medicina natural.

Otro aspecto viene dado por los tamaños y cantidades de las porciones que se consumen. Los especialistas recomiendan que debe existir un balance entre ambas características, porque no es lo mismo comerse una hallaca o dos y a altas horas de la noche. "Todo es cuestión de crear conciencia y comer de forma balanceada. Los excesos traen un aumento considerable de peso que nadie desea", agregó Semprún.

Y como si se tratara de una promesa de nuevo año, la actividad física es fundamental que se realice para evitar que las calorías que se consumen se acumulen y no se gasten. La concepción de someterse a estriaas dietas antes de Navidad para luego derraparse a fin de año, sólo aceleran el aumento de peso.

"El cuerpo se libera de toxinas que poco a poco se recuperan con la ingesta de grasa y alimentos pesados. El secreto está en comer de todo, pero en cantidades moderadas. Así como ingerir alimentos acorde a la situación, edad y salud de la persona", mencionó el entrenador Mario López.

Cumplir con los compromisos sociales en la temporada resulta imprescindible, por eso si quiere disfrutar sólo tiene que comer moderadamente y tomar porciones pequeñas. Nada de abusos, ni atribuciones de iniciar dietas abruptamente.

"Las calorías están presentes en grandes cantidades en cada uno de los alimentos típicos. Lo ideal es que se consuman en pequeñas cantidades y a tempranas horas del día", agregó López, quien asegura que la motivación por lucir un cuerpo esbelto se incrementa en diciembre y cuando llega enero sólo el remordimiento hace que se incrementen el número de personas a los gimnasios.

Los nutricionistas señalan que en estas fechas hay que saberse medir en cuanto a la ingesta de calorías, porque de lo contrario se verá perjudicada la figura. De acuerdo con los cálculos de los nutricionistas en una cena tradicional de fin de año se ingieren en promedio de 800 a 1.000 calorías. Cuando el consumo diario es de 1.600 a 2.000 calorías contando el desayuno, almuerzo y la cena. Una persona normal gana de dos a más kilos en estas fechas si ingiere sin abusos de las comidas decembrinas.

Coma con conciencia, así disfrutará en diciembre y se sentirá bien en enero.
Fuente:  Gabriela Trujillo / Facetas / Diario La Verdad

Obesidad infantil: cuando el problema está en los padres

Su obsesión por el peso de los hijos y la sobreprotección al comer marcan la actitud negativa de los niños hacia los alimentos.

El papel de los padres en la educación alimentaria de sus hijos es clave. Su influencia es reflejo, en gran medida, de su propio comportamiento alimentario y de la valoración que hagan de la comida, la selección de los alimentos, su forma de cocinado, el tiempo y el cuidado dedicado a las ingestas importantes del día. El reciente ingreso de un niño gallego con obesidad en un centro de menores tutelado donde "se le controlará de forma adecuada su alimentación" ha activado el debate sobre las causas, las formas de tratamiento y su eficacia, así como las consecuencias físicas y psicológicas para los niños. La discusión obliga a analizar la responsabilidad de los progenitores y del entorno (abuelos y familiares cercanos, cuidadores, profesores, sanitarios) en el desarrollo de la obesidad en un niño hasta límites críticos para su salud física y mental.

La obsesión de los padres por su peso y el de sus descendientes, la sobreprotección hacia los niños al comer y el uso indiscriminado y erróneo de los premios y castigos con la comida marcan la actitud de los pequeños hacia los alimentos. Éstas y otras cuestiones de comportamiento, unidas a una tendencia genética heredada hacia la ganancia de peso, pueden suponer los cimientos de la obesidad infantil. Desde la Escuela para Prevenir la Obesidad Infantil puesta en marcha por CONSUMER EROSKI en 2006, con la colaboración del Ministerio de Sanidad y Política Social, se ahonda en las cuestiones de esta patología cuando el problema puede estar en la mala educación alimentaria de padres a hijos.

Sobreprotección: error generalizado
Algunos autores señalan que los padres se preocupan en exceso si su hijo come poco, pero no le dan la misma importancia cuando come mucho. Esta conducta mal canalizada se identifica en los padres que incitan a los pequeños a comer más con el convencimiento de que no les falte de nada; les sirven raciones de alimentos exageradas en comparación a la cantidad que necesitan para su edad, sobre todo, en el caso de las proteínas (carnes, pescados. leche y lácteos). Son los padres que sobreprotegen a sus hijos en la cuestión alimentaria, si bien ofrecer más alimentos proteicos de los necesarios es tan poco saludable como no estimular el consumo de fruta y verdura. Igual de negativo es pretender que los pequeños ingieran toda la comida del plato cuando dan muestras de estar llenos.

Ofrecer más alimentos proteicos de los necesarios es tan poco saludable como no estimular el consumo de fruta y verdura

Otras veces, los padres dejan elegir a los niños el menú o les llevan con demasiada frecuencia a comer a establecimientos de comida rápida. Es un problema que este tipo de alimentos (refrescos, fritos, dulces, pizzas o hamburguesas) formen parte casi a diario de la alimentación. Desde el punto de vista nutritivo, con estas actitudes se descompensa el aporte de nutrientes y calorías y está demostrado que se influye en la génesis del exceso de peso y de la obesidad infantil.

Un análisis realizado por el psicólogo clínico Esteban Cañamares, que participó en la Escuela para prevenir la Obesidad Infantil, concluyó que los padres intentan compensar con alimentos "algunos sentimientos de culpa" por no dar a los pequeños ternura, tiempo, atención, protección o juego.

Obsesión por el peso y por la comida
En el lado contrario se sitúan los padres obsesionados porque su hijo no gane demasiado peso. Vigilan qué come y le advierten con mensajes o descalificaciones como "cuidado, vas a engordar", "esto engorda, no te conviene", "estás gordo, no comas eso". En una entrevista reciente en CONSUMER EROSKI, la catedrática de nutrición Ana Requejo aseguró que, con estas reacciones, se puede atacar la inconsciencia y seguridad del niño y, "con el paso del tiempo, puede sobrevenir una anorexia nerviosa porque ha tenido una mala relación con su alimentación".

Cuando la comida se utiliza como castigo ante un comportamiento, además de no conseguir siempre el fin que se pretende, se facilitan las fobias alimentarias. Psicólogos y pediatras admiten que las personas asocian el alimento con un mal recuerdo. La sensación de continuo acoso por parte de los padres por probar y comer un determinado producto, o la atención constante y exagerada ante el acto de comer o ante la propia la comida, son algunas de las causas.

Cañamares ofrece su punto de vista clínico y explica cómo "la obsesión con la comida y el peso puede llevar a mantener a los hijos a dieta estricta desde pequeños, a ser muy rígidos en lo que a alimentación se refiere". Esta conducta responde, en general, a miedos de los progenitores respecto a la educación de sus hijos. Esto les lleva a obsesionarse con el deseo de querer garantizar la mejor atención y evitar que desarrollen problemas de conducta alimentaria como anorexia o bulimia nerviosas. Sin embargo, tal y como detalla Cañamares, muchos de estos hijos, al llegar a la adolescencia, y a modo de rebeldía o como forma de expresar su propia identidad, "adoptan formas de alimentación contrarias a las que sus obsesivos padres han pretendido inculcarles".

EL ENTORNO INFLUYE
Los niños muy pequeños más que aprender, imitan. Por ello, es fundamental que los progenitores y su entorno (abuelos y familiares cercanos, cuidadores, profesores, sanitarios) tengan la misma sintonía en la educación de hábitos alimentarios, ya que en la realidad cotidiana resulta difícil. Los abuelos cuidadores tienen una influencia considerable en las costumbres alimenticias de sus nietos. La permisividad de quienes dan de comer de nuevo al niño tras recogerle en la guardería es una costumbre insana.

Obsequiar con chucherías o bollería industrial también es una práctica habitual de los mayores que cuidan de los niños después del colegio. Los abuelos deben hacer todo lo posible para que sus nietos se acostumbren a comer alimentos frescos y naturales, en lugar de chucherías y aperitivos.

COLEGIO Y COMEDOR ESCOLAR
Respecto al papel del colegio en la formación y consolidación de los hábitos alimentarios infantiles, los actores son varios y actúan en distinto ámbitos pero con el mismo fin. La asignatura de "alimentación sana" en la enseñanza obligatoria permitiría a los profesores transmitir estos conocimientos, aunque ya en algunos centros escolares se esfuerzan en trabajar este tema de manera transversal y continuada ante el hecho de que la obesidad infantil se debe, en gran medida, a la mala educación alimentaria.

El comedor escolar se debe entender también como un servicio educativo complementario, con dietas equilibradas y donde se fomentan buenos hábitos de alimentación.
Fuente: Consumer Eroski

Obesidad: genética vs tipo de dieta

Descubren que el riesgo genético de la obesidad está muy condicionado por el tipo de dieta


La enfermedad no se debe sólo a la alimentación o a la susceptibilidad genética, sino que depende de la interacción entre ambos factores

Una investigación dirigida por el Human Nutrition Research Center de Boston (Estados Unidos) ha demostrado que el riesgo genético de la obesidad "está muy condicionado por el tipo de dieta". Sin embargo, la obesidad no sólo se produce a causa de la alimentación o por la susceptibilidad genética, sino que depende de una interacción muy estrecha entre ambos factores. Los resultados de este trabajo, que permitirá "avanzar" en las recomendaciones dietéticas, acaban de ser publicados en la revista "Archives of Internal Medicine".

Los científicos rompen así con la visión determinista de la obesidad asociada a la genética, ya que han identificado que hay una variación genética en el genoma de las personas que se asocia con mayor riesgo de obesidad, pero sólo cuando los individuos consumen una dieta alta en grasas saturadas.

Se trata del primer trabajo en el mundo que consigue ratificar los resultados de la modulación gen-dieta en tres estudios de poblaciones diferentes. En este descubrimiento han participado investigadores del departamento de Medicina preventiva de la Universidad de Valencia, liderados por Dolors Corella. El estudio acaba con el mito de que la obesidad va asociada sólo a factores genéticos, mientras que las conclusiones servirán para avanzar en recomendaciones dietéticas más personalizadas y exitosas, destacó la doctora.

La dieta alta en grasas saturadas "aumenta el riesgo de obesidad hasta un 80% en las personas con la mutación, en comparación con otras que también consumen dietas altas en grasas saturadas, pero que no tienen la mutación genética analizada", explicó Corella. Sin embargo, cuando la dieta es baja en grasas saturadas, esta variación genética no se asocia con mayor riesgo de obesidad, con lo que se pone de manifiesto "la importancia de la dieta para modificar el mayor riesgo conferido por una variación genética", subrayó.

El marcador genético de la obesidad se ha localizado en el promotor de un gen llamado APOA2, que se encuentra en el cromosoma número uno de los seres humanos. Mediante un sencillo análisis genético se puede conocer qué personas poseen la variante genética de riesgo. En este caso, el resultado del test genético para la presencia de la mutación sería CC, mientras que los portadores del alelo T, tendrían un resultado normal. La frecuencia de personas CC es de un 15% en población blanca de Estados Unidos y similar en Europa. La relevancia de esta investigación radica en que ha sido la primera vez que los resultados de una interacción gen-dieta se han reproducido en tres poblaciones independientes, por lo que "se ha incrementado su validez".
Fuente: Consumer

Los beneficios del sésamo (Ajonjolí)

El sésamo, por sus propiedades nutricionales, se recomienda sobre todo a personas vegetarianas

El sésamo es una planta originaria de la India y de África. Desde ahí llegó a América transportada por los esclavos. En sus inicios, se utilizaban sus semillas para espesar y dar sabor a gran variedad de platos. Actualmente, son unas de las semillas oleaginosas (aceitosas) más utilizadas en la cocina y en la repostería internacional, sobre todo en la oriental.

Interesantes propiedades

Las semillas de sésamo poseen una cantidad elevada de proteínas, además de ser ricas en metionina, un aminoácido esencial. Las grasas que contiene son «grasas buenas», es decir, insaturadas. Éstas, junto a la también presente lecitina, convierten a las semillas en un alimento que contribuye a reducir los niveles de colesterol sanguíneo.

También son una fuente importante de diferentes minerales como el calcio, que interviene en la formación de huesos y dientes; el zinc, mineral que participa en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas; y el hierro. Por último, las semillas de sésamo poseen buenas cantidades de fibra, por lo que su consumo resulta beneficioso para la regulación de la función intestinal.

No sólo en semillas

El sésamo contribuye a reducir los niveles de colesterol y es beneficioso para la regulación de la función intestinal

La forma más común de adquirir y consumir sésamo es en forma de semillas. Pueden encontrarse tanto incluídas en productos (pan tostado o galletas) como solas, para así añadirse a gran variedad de platos. Son ideales para enriquecer ensaladas o platos de pasta o arroz, gracias al peculiar sabor y la textura que presentan.

Otro de los modos más frecuentes de encontrar esta planta es en aceite. Éste se obtiene a partir del prensado en frío de las semillas. Conviene tener en cuenta que, para poder aprovechar todas las propiedades de este aceite, es importante comprarlo sin refinar.

Existen diversas formas para incluir este alimento en la dieta. Por ejemplo, se puede preparar en forma de tahini, una pasta de sésamo de consistencia cremosa muy sencilla de preparar; en forma de gomasio, nombre que recibe la sal de sésamo; o como salsa, apta para acompañar casi cualquier tipo de alimento gracias a su suave y agradable sabor.
Fuente: Consumer Eroski

La obesidad en la artrosis

"El exceso de peso está asociado a un riesgo mayor de sufrir una degeneración más rápida del cartílago"


La artrosis es un problema de salud que afecta a siete millones de españoles. Cerca del 30% de las personas mayores de 65 años padecen esta patología. Las causas de su aparición están relacionadas con factores como la edad o la genética. Ahora, sin embargo, un estudio estadounidense prueba que la obesidad es también un factor de riesgo clave.
La artrosis es una enfermedad reumática que suele aparecer a partir de los 50 años, aunque no es exclusiva de la vejez. Causa una gran incapacidad motivada por la lesión del cartílago articular, lo que produce dolor y rigidez. A pesar de que es una patología en la que se ha registrado un bajo índice de mortalidad, aumenta de forma progresiva con la edad y es causa de incapacidad laboral. Su prevalencia es elevada, sobre todo, entre las mujeres. Sin embargo, aunque hay algunos factores determinantes en su aparición contra los que poco se puede hacer, muchos estudios apuntan a una asociación importante entre sobrepeso y artrosis

Una razón de peso

La obesidad incrementa el riesgo de degeneración del cartílago. Ésta es la conclusión a la que llega un estudio llevado a cabo por investigadores del Departamento de Radiología de la Universidad de Boston (EE.UU.), y publicado en "Radiology". Para la investigación, los expertos han estudiado a más de 3.000 personas entre 50 y 79 años con riesgo de sufrir artrosis o signos radiológicos de enfermedad temprana. Según apuntan los autores, para cada incremento en un punto en el índice de masa corporal (el IMC, que relaciona el peso con la talla de una persona e indica el grado de sobrepeso), el daño en el cartílago aumentaba hasta un 11%.

Sin embargo, tal pérdida no se relacionaba con otros factores como la edad, el sexo o el grupo étnico. La manera en que ha debutado la enfermedad ha sido en forma de lesión en el menisco, inflamación de la membrana que recubre la articulación (sinovitis) y derrame sinovial, los primeros signos característicos de personas con sobrepeso.

Hábitos saludables

"Se considera que un sobrepeso del 20% multiplica por diez el riesgo de sufrir artrosis en la rodilla"

Los malos hábitos alimentarios, junto con una vida sedentaria, hacen mella entre los más jóvenes. La generalización de hábitos nada saludables ha provocado la disminución significativa de la edad de aparición de los primeros síntomas de la artrosis, según la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista (Semergen). Los datos disponibles muestran que un sobrepeso del 20% multiplica por diez el riesgo de sufrir artrosis en la rodilla.

Parece ser que, además de prevenir la enfermedad y retrasar su aparición, una pérdida de peso también alivia los síntomas si la artrosis se ha originado. Un peso adecuado no elimina los síntomas dolorosos, pero los disminuye, concluye un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad John Hopkins (EE.UU). Para los expertos, con sólo bajar siete kilos "extras" se reducen al 50% los síntomas de la artrosis de rodilla.

En España, la mitad de los pacientes con esta patología son obesos. Por este motivo, los expertos destacan la importancia de seguir unos hábitos alimentarios y de ejercicio físico correctos, tanto en el ámbito de la prevención como en el del tratamiento. La Sociedad Española de Reumatología ha elaborado una serie de recomendaciones para intentar mejorar la calidad de vida de los afectados y una lista de fármacos analgésicos y antiinflamatorios de elección. Sin embargo, el tratamiento no farmacológico, como el ejercicio físico, una dieta equilibrada baja en grasas o la rehabilitación son claves para conseguir mejorar los síntomas.

Peor sin ejercicios


El estudio ARTROCAD subraya que un 75% de los pacientes con artrosis no practica ningún tipo de actividad física para aliviar el dolor asociado, a pesar de que el 50% de los pacientes tienen problemas de obesidad y, en la misma proporción, estos consideran que así mejoraría su enfermedad. La práctica de ejercicio ayuda a mantener un peso adecuado, previene la destrucción del cartílago articular y mejora su vascularización.

No obstante, las actividades físicas con mejores resultados son las de bajo impacto ortopédico y con menor riesgo de lesión, como la natación, el ciclismo o los paseos. Estos últimos se practican con mayor constancia y, desde el punto de vista cardiovascular y locomotor, son la actividad más segura, si bien conviene consultar con un experto, ya sea médico de familia, reumatólogo o fisioterapeuta.

En el estudio, casi la mitad de los encuestados declaró que su médico de familia le había recomendado algún tipo de ejercicio para mejorar la condición física, aunque sólo el 24% manifestaba practicarlo y, un 13%, había seguido algún tratamiento de rehabilitación y fisioterapia.
Fuente: Consumer Eroski

Dieta vegetariana y salud ósea



Este tipo de alimentación se asocia a una menor densidad mineral de los huesos, pero no es motivo de preocupación clínica.
La asociación entre las dietas vegetarianas y la densidad mineral ósea es un asunto controvertido. El debate se centra en la posibilidad de que este tipo de alimentación provoque una menor masa ósea, como afirman algunos estudios, frente a otras investigaciones que no han encontrado relevancia estadística en esta relación. El tema preocupa porque la densidad mineral ósea es el predictor más fuerte y consistente de las fracturas asociadas a la osteoporosis.
En los países occidentales, una proporción considerable de la población ha adoptado una dieta vegetariana, que no incluye alimentos reconocidos en la alimentación tradicional como los mejores para la formación y el crecimiento de los huesos. La cantidad y calidad de los nutrientes ingeridos (calcio, fósforo, magnesio, vitamina D, A, K) y el consumo de otros elementos dietéticos que favorecen o entorpecen la absorción de los minerales que nutren el hueso, tienen una impronta relevante en la salud ósea. Estos factores se suman a la predisposición genética de cada individuo para desarrollar trastornos óseos.

La última revisión sobre la posible asociación entre dieta y densidad mineral de los huesos, un tema controvertido, es un meta-análisis dirigido por el Bone and Mineral Research Program Garvan Institute of Medical Research, recogido este mes de octubre en el "American Journal of Clinical Nutrition".

Diferencias entre dietas vegetarianas

La densidad del hueso es un fenómeno fisiológico complejo que está influido por múltiples factores ambientales y genéticos
Uno de los criterios de esta revisión era clarificar los distintos conceptos de dieta vegetariana, puesto que podía haber diferencias interesantes entre el consumo de los nutrientes que sirven al hueso según el tipo de alimentación. Se realizaron estudios que analizaron la densidad ósea a partir de cuatro tipos de dietas vegetarianas: semivegetariana, que excluye sólo el consumo de carne como alimento animal; lacto-ovo-vegetariana, que descarta además el pescado, pero contempla la leche y los huevos; lacto-vegetariana, que sólo admite la leche y los lácteos como fuente proteica animal; y la dieta vegana, que prescinde de todos los alimentos de origen animal.
En el análisis se tuvieron en cuenta nueve estudios, con una muestra total de 869 mujeres y 1.880 varones. Los resultados más relevantes desvelaron que las personas vegetarianas tenían un 4% menos de densidad mineral ósea (en el cuello del fémur y en la columna lumbar) que las omnívoras. Este parámetro fue inferior en las veganas, con un 6% menos de espesor de hueso.
El papel de los nutrientes
El calcio. Se admite que los vegetarianos pueden tener una mayor ingesta global de calcio, pero el porcentaje absorbible respecto al total consumido se estima menor. Este mineral es relevante para la salud, la formación, el crecimiento y el mantenimiento de los huesos. Son varios los estudios que han encontrado asociación directa entre el consumo de calcio dietético, la densidad ósea y la reducción del riesgo de fractura. Sin embargo, el mayor meta-análisis, con 33 estudios sobre el tema, revela que la contribución del calcio dietético a la densidad ósea es modesta.
Los autores sugieren que las diferencias en la ingesta de este mineral o las fuentes de consumo animal (leche y derivados, sardinas) o vegetal (frutos secos, semillas, leguminosas) no tienen un efecto significativo sobre la variación observada en la densidad ósea. Si se atiende a estos datos, es poco probable que la menor solidez de los vegetarianos en este análisis se deba a las diferencias en la ingesta de calcio dietético.
El papel de las proteínas. La relación entre la ingesta de proteínas y la salud ósea ha sido muy discutida. La hipótesis más firme defiende que una dieta alta en proteínas de origen animal ejerce un efecto negativo sobre la salud ósea, ya que genera una carga ácida que requiere la resorción de calcio del hueso para equilibrar la homeostasis. Esta pérdida mineral se asocia con un mayor riesgo de fragilidad y de fractura. En las dietas vegetarianas, debido al menor consumo de proteína animal, éstas no se contemplarían como un nutriente negativo.
Algunos autores indican que las proteínas y el calcio actúan con sinergia en la función ósea si ambos elementos se ingieren en cantidades suficientes en la dieta. Sin embargo, las proteínas pueden ejercer efectos negativos sobre la densidad ósea cuando la ingesta de calcio es baja.
Las dietas vegetarianas, en particular las veganas, se asocian a una menor densidad mineral ósea, pero no a un nivel que se traduzca en una preocupación clínica. La densidad del hueso es un fenómeno fisiológico complejo influido por múltiples factores ambientales y genéticos. Esto explica que cualquier modificación exclusiva de la dieta no es suficiente para mejorar la salud ósea.

Isoflavonas y huesos

Una particularidad diferencial de las dietas vegetarianas respecto a las occidentales es que las primeras contienen más fitoestrógenos. El Committee on Toxicity of Chemicals in Food, Consumer Products and the Environment (COT) del Reino Unido estima la ingesta media de isoflavonas en los veganos en 75 miligramos al día. Esta cifra supera con creces los 12 miligramos diarios de los vegetarianos no estrictos, y todavía más la media de los consumidores occidentales (2 mg/día).
Se ha sugerido que las isoflavonas pueden ayudar a prevenir la pérdida ósea después de la menopausia, aunque la asociación no está clara. El Departamento de Estadística Médica y Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Sun Yat-sen, en Guangzhou (China), realizó un meta-análisis de ensayos controlados aleatorizados sobre el uso a largo plazo de suplementos de isoflavonas de la soja en la densidad ósea entre mujeres tras la menopausia.
Se repasaron diez estudios realizados entre 1990 y 2008, con una muestra total de 896 mujeres que tomaron el complemento con una dosis media de 87 mg de isoflavonas de soja durante al menos un año. La conclusión fue clara: es poco probable que el consumo de estos complementos tenga un efecto positivo significativo en la densidad mineral de la columna lumbar y la cadera en las mujeres.

Fuente: Maite Zudane/Consumer Eroski

La importancia de una buena nutrición.


En estos días, la nutrición es verdaderamente importante. La mitad de las muertes en los EUA provienen de cáncer, problemas del corazón y diabetes. Todas estas enfermedades están relacionadas con nuestros hábitos alimenticios. Uno de los fundamentos de una buena salud es por lo tanto, una buena alimentación.

Una vida saludable incluye una buena alimentación. Otros elementos son: hacer ejercicio regularmente, procurar no fumar ni tomar bebidas alcohólicas y reducir los niveles de estrés entre otros.

Aunque hay otros factores, la alimentación puede agravar otros padecimientos y a su vez, puede revertir sus efectos. Todo depende de cómo usemos esta herramienta llamada nutrición. Si la descuidamos provoca padecimientos, enfermedades y malestares. Si sabemos usarla, es verdaderamente útil en la prevención de todos estos.
Muchas enfermedades pueden ser prevenidas con una buena alimentación. También problemas y deficiencias genéticas pueden abatirse si se cuenta con una dieta balanceada.

Las claves para obtener una buena nutrición son: balance, variedad y moderación.
Balance:
Se debe equilibrar la ingesta de grasas, carbohidratos y proteínas. No nada mas es importante no rebasar el límite de calorías diarias, sino también observar cual es su fuente. Todo esto repercute en su peso, ya sea que aumente, disminuya o se mantenga igual.
Se recomienda una mezcla de:

15 a 20 % del total de calorías de proteína
15 a 30 % del total de calorías de grasa
50 a 65 % del total de calorías de carbohidratos

Variedad
Además requieres de vitaminas y minerales, que se encuentran en los alimentos, y en complementos nutricionales. No todos los alimentos son iguales, y no hay uno que proporcione todo lo que tu cuerpo necesita. Por ello hay que comer de todo, para que nuestros organismos obtengan lo necesario para estar en perfecto estado.

Los complementos nutricionales son muy útiles, porque son esenciales si no cuentas con una alimentación balanceada, o simplemente no tienes tiempo para comer todos los vegetales, frutas y otros alimentos en una sola comida.

Moderación
Simplemente enseña que no debemos optar por los extremos. Ni muy poca comida, ni demasiada. Tan mal es el sobrepeso, como lo es la desnutrición. Fijar una dieta restrictiva que te limite a tomar solamente agua, por ejemplo, te pone en riesgo de mal nutrirse de elementos esenciales para el cuerpo. Exagerar en la ingesta alimenticia, simplemente provocara que no logres bajar de peso, como tienes planeado. Mucha alimentación sin ejercicio, o muy poco, no traerá los resultados que deseas, y si haces demasiado ejercicio, el desgaste que te provoca, causa trastornos en tu cuerpo por deficiencias nutricionales.
Lo ideal es buscar una dieta balanceada, un programa de ejercicio planeado, y considerar algunos suplementos nutricionales.
Fuente: Nutriologo.com

Semillas de lino: remedio casero contra el colesterol

El uso de estos granos u otros complementos es más una ayuda profiláctica que un tratamiento
El colesterol elevado en plasma supone un riesgo demostrado de enfermedad cardiovascular. Los depósitos alrededor de las arterias son una de las causas de arteriosclerosis, un paso previo para el infarto. Nuevos estudios llevados a cabo con semillas de lino apuntan efectos positivos en el control de la glucosa en sangre y del colesterol, en particular, del LDL colesterol (perjudicial). Los resultados son más notables entre personas con antecedentes familiares de dislipemias o enfermedades cardiovasculares.

Las personas cuyos niveles de colesterol en sangre alcanzan los 240 mg/dl duplican el riesgo de sufrir un infarto de miocardio, con respecto a quienes rondan los 200 mg/dl. Así lo advierte la Fundación Española del Corazón. Tras el diagnóstico médico de hipercolesterolemia, el tratamiento dietético es la primera elección para corregir la dislipemia. Se conocen una serie de alimentos que, por su particular composición química, son obligatorios en el menú diario para lograr que la terapia dietética sea eficaz: aceite de oliva, aguacate, nueces, pescado azul, legumbres y frutas y hortalizas frescas de la temporada.
El uso de complementos dietéticos es una medida extra para reducir los niveles de colesterol. Los más populares son la lecitina de soja, las cápsulas de aceite de pescado y los preparados de ajo. Otras opciones novedosas son las semillas de lino, el jengibre y el nopal.

Si a pesar de seguir una alimentación adecuada y recurrir a los complementos dietéticos los resultados en la reducción de la colesterolemia no son óptimos, el médico especialista analizará la necesidad de emplear fármacos. Su efecto será más intenso, rápido y eficaz.


Semillas de lino y colesterol

La combinación de fibra y ácidos grasos omega 3 en las semillas de lino le confieren cualidades protectoras frente a enfermedades cardiovasculares



El uso de semillas de lino u otros complementos para reducir el colesterol actúa más como una ayuda profiláctica que terapéutica. Puede ser una estrategia útil para controlar el colesterol, en particular, entre los individuos con antecedentes familiares de dislipemias o enfermedades cardiovasculares. Se dispone de referencias recientes acerca de los efectos positivos de las semillas de lino en el control de la glucosa en sangre y del colesterol, sobre todo, del LDL colesterol (perjudicial).


La última y más completa es la revisión realizada desde el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York (EE.UU.). Se han identificado dos componentes bioactivos en las semillas: la fibra soluble (pectinas y mucílagos) y el aceite rico en ácidos grasos insaturados (en ácido alfa-linolénico, un tipo de ácido graso omega 3). Este último es más abundante en el aceite de lino. El ácido alfa-linolénico es precursor directo de los ácidos grasos omega 3, EPA y DHA. Numerosos estudios comparan sus efectos hipocolesterolemiantes con los del aceite de pescado. Los omega-3 tienen un papel en la prevención de las enfermedades cardiovasculares y un efecto antiinflamatorio.



La combinación de ambos factores nutricionales, fibra y ácidos grasos omega 3, explica que se publiciten las semillas de lino por sus cualidades protectoras frente a enfermedades cardiovasculares. Pese a estos usos prometedores, los autores señalan que se precisan estudios de mayor calidad para hacer cualquier recomendación.


Semillas, ¿enteras, molidas o en aceite?
Desde el Laboratorio de Biología Celular del St. Boniface Hospital Research Centre de la Universidad de Manitoba, en Canadá, dan un paso más y estudian la biodisponibilidad del ácido alfa-linolénico de las semillas y sus efectos fisiológicos según la forma en la que éstas se tomen: enteras, molidas o en aceite de linaza. Para esta investigación se elaboraron panecillos con un complemento de 30 gramos de semillas o seis gramos de ácido alfa-linolénico en el aceite. Los efectos sobre los niveles plasmáticos de ALA (ácido alfa-linolénico) se midieron en los participantes al mes, a los dos meses y a los tres meses.


Los investigadores concluyeron que tras la ingestión de aceite de lino y de semillas molidas, se alcanza un aumento significativo de los niveles de ALA (ácido alfa-linolénico) en plasma, aspecto que no sucede si se toman las semillas enteras. Un resultado que sorprendió a los autores es que no se detectara un incremento significativo de los niveles plasmáticos de ácido eicosapentaenoico (EPA) o docosahexaenoico (DHA) en cualquiera de los grupos participantes, pese a que el ácido graso que contienen de las semillas es precursor de los anteriores.


En este periodo de tiempo y con la dosis incluida en el ensayo no se comprobaron cambios en el colesterol total ni en los triglicéridos plasmáticos, si bien no se analizó si hubo cambios en los niveles de LDL-colesterol. Un aspecto negativo común a todos los grupos fue la aparición de malestar gastrointestinal durante las primeras fases del estudio. Estas molestias desaparecieron pasadas cuatro semanas en el grupo que tomó las semillas molidas o en forma de aceite, pero fue motivo de retirada de algunos individuos que tomaban las semillas de lino enteras.


Pan con semillas
El pan al que se añade durante su elaboración goma de semillas de linaza puede ser una alternativa saludable. Un estudio evaluó el efecto de la goma de linaza en los niveles de glucosa y colesterol de baja densidad (LDL), gracias al trabajo de expertos canadienses del Department of Chemistry and Biology (Ryerson University, Ontario) e investigadores indios de la School of Medical Science and Technology, del Indian Institute of Technology (Kharagpur), y del Department of Biotechnology and Medical Engineering, del National Institute of Technology (Rourkela).


La goma de linaza está compuesta por mucílago, un tipo de fibra soluble abundante en las semillas de lino (junto a la cáscara) y con textura semejante a una goma. Las propiedades tecnológicas de la goma de linaza se relacionan con su alta capacidad espesante, de hinchamiento, de ligazón, que favorece la emulsión. En este caso, la goma de linaza se incorporó a la harina de trigo empleada para fabricar chapatis, un tipo de pan típico de India.


Un total de 60 pacientes con diabetes 2 siguieron una dieta durante tres meses que incluía el consumo de seis chapatis diarios con un total de cinco gramos de goma de linaza. El grupo de control compuesto también por 60 personas, consumió una dieta idéntica, pero los chapatis no llevaban lino. Se tomaron valores de la bioquímica antes de comenzar el estudio y en intervalos mensuales. Los resultados mostraron una disminución del colesterol total y del LDL colesterol. Mejoró también el perfil de la glucemia en ayunas en el grupo experimental.
Fuente: Consumer Erosk

Control de peso

Fórmula 1 - Mezcla para Bebida Nutricional Proteica en Polvo



¡Super comida para un super cuerpo!

La Fórmula 1 es entre los sustitutos alimenticios disponibles, el más avanzado científicamente. Solamente la Fórmula 1 combina la nutrición equilibrada que quiere con los resultados de control de peso que busca. Especialmente formulada con una mezcla exclusiva de ingredientes naturales, combina proteínas, carbohidratos, vitaminas, minerales y hierbas, la Fórmula 1 está diseñada para ayudar a que se sienta lleno, satisfecho y con energía de forma que no le tentarán comidas y meriendas poco saludables que pueden desviarle de sus progresos en el control de peso. Simplemente sustituya dos comidas con la deliciosa y saciante Fórmula 1 y tome una comida equilibrada al día.

Proporciona 8 gramos de proteína por porción, es baja en calorías, grasa, sodio y constituye una excelente fuente de fibra.

Incluye 18 aminoácidos que ayudan a que su organismo ejecute sus funciones a sus niveles óptimos.

¡Facilita el mantenimiento del nivel de energía de su cuerpo lo que favorece la eliminación de la grasa!
 
 
Fibra y Hierbas

Un suplemento nutricional de primera calidad.

Herbalife siempre ha convenido con los Chinos en los indiscutibles beneficios de las plantas naturales. Pobres hábitos alimenticios, vidas estresadas y contaminantes ambientales pueden robar a su organismo nutrientes vitales y destrozar nuestros sistemas inmunológicos, haciendo más difícil alcanzar su peso ideal. Comience a alimentar su cuerpo hoy con las Tabletas de Fibra y Hierbas de Herbalife.
Contiene fibra natural y la más fina selección de plantas en una combinación especial para obtener resultados óptimos.
Contiene fibra de avena, vinagre de sidra y una mezcla exclusiva de plantas.
Úsela diariamente para crear las bases de un bienestar duradero.
Fuente: Herbalife.com

El gomasio, un buen complemento alimentario

Es un excelente condimento para ensaladas, patatas, cereales y legumbres. Su apetitoso sabor a nuez lo transforma, en general, en un delicioso acompañamiento para todo tipo de platos calientes con verduras.

Gomasio es la palabra japonesa compuesta de los términos Goma (sésamo) y Sio (sal). Constituye un excelente condimento (sal de sésamo) para usar cotidianamente en la mesa, con el que además de salar ligeramente los alimentos, aportarles un rico sabor y estimular su digestión, los enriqueceremos con ácidos grasos no saturados, lecitina, minerales, vitaminas y proteínas.
Los pueblos más diversos vienen usando el sésamo desde la antigüedad, y fue a través de los árabes que llegó hasta nuestra península, donde también se conoce con el nombre de ajonjolí. La importancia dada tradicionalmente al sésamo viene confirmada por el análisis científico de sus propiedades:

•Es un buen aporte proteínico complementario.

•Es de fácil digestibilidad.

•Ayuda a tener una buena circulación sanguínea.

•Favorece la secreción de jugos gástricos y regula el intestino. Suaviza el canal alimentario y actúa como laxante suave.

•Es muy rico en minerales, sobre todo en calcio.

•Potencia la inmunidad del organismo.
Composición nutritiva por 100 gramos de sésamo (Departamento de Agricultura EEUU)


•Proteínas (g): 18,6

•Hidratos de carbono (g): 21,6

•Grasas (g): 49,1

•Calcio (mg): 1160

•Fósforo (g): 616

•Hierro (g): 0,01
Preparación:

1 cucharada de sal marina sin refinar y 15 cucharadas de sésamo (ajonjolí) tostados en el horno o en la sartén.
Se mezclan los dos ingredientes y se muelen juntos.
Se guarda en un frasco hermético.
Se conserva en la nevera aproximadamente una semana, por eso no conviene preparar grandes cantidades.

Recomendaciones de consumo:

Es recomendable tomar 1 a 2 cucharaditas de gomasio cada día.
Se puede utilizar para condimentar cereales, pastas, verduras, ensaladas o sopas...
Fuente: Consumer Eroski

El tahini, deliciosa pasta de sésamo

La sana mezcla de ingredientes, semillas de sésamo y aceite de oliva o girasol, hace del tahini un alimento cardiosaludable.


El tahini es uno de los nuevos productos o nuevas recetas que se va introduciendo en nuestra gastronomía. La saludable mezcla de ingredientes convierte al tahini en un alimento que hay que tener en cuenta para elaborar desayunos, almuerzos o meriendas e, incluso, entrantes cardiosaludables. La riqueza en ácidos grasos insaturados de las semillas de sésamo unida a su contenido en sesamol, componente antioxidante, explican sus virtudes nutricionales.


El aspecto negativo para la salud deriva del potencial alergénico de las semillas de sésamo, que provocan una alergia alimentaria cuya incidencia está aumentando en los últimos años.

Saludable condimento

Las semillas de sésamo contienen casi la misma proporción de ácido oleico que de linoleico

El tahini es una sugerente crema que se elabora moliendo con cuidado las semillas de sésamo -también llamado ajonjolí- y mezclándolas con aceite y un poco de agua hasta conseguir una emulsión. Esta crema es típica de la gastronomía de los países del este de Europa, donde se consume como acompañamiento de diversos platos o como aperitivo, al extender la pasta sobre tortas de pan o pan tostado, como alternativa a la mantequilla. Su sabor es pronunciado y se asemeja al de los frutos secos.

En nuestro país, a pesar de que el tahini no es muy conocido en la gastronomía tradicional, constituye un recurso útil en la cocina vegetariana, y permite variar el sabor, la presentación y el carácter de platos diversos. Las semillas de sésamo contienen casi la misma proporción de ácido oleico (monoinsaturado) que de linoleico (poliinsaturado). Dependiendo del aceite que se use para conseguir la emulsión, el tahini será más rico en grasa insaturada (si se añaden aceites de semillas: girasol, maíz o soja) o monoinsaturada (aceite de oliva); pero, en cualquier caso, en aceites saludables.

Además, las semillas de sésamo contienen un antioxidante natural, el sesamol, que hace que tanto el aceite de sésamo como el tahini elaborado con las semillas sean productos muy estables y no se enrancien rápido. En cualquier caso, la crema tiene una cantidad elevada de grasa, y de calorías, ya que aporta unas 600 calorías por 100 gramos de producto. No obstante, por sus componentes saludables, se presenta como un sustituto perfecto a la mantequilla, al queso o a las margarinas.
Tahini casero

El tahini es un preparado fácil de elaborar. Si se decide hacer tahini casero los pasos son pocos y muy básicos. En primer lugar, se tuestan un poco las semillas de sésamo en una sartén sin aceite o se esparcen bien en una bandeja y se tuestan en el horno, entre tres y diez minutos, dependiendo de la cantidad, removiendo a menudo hasta que se perciba su fragancia.

Una vez tostadas las semillas, se trituran con delicadeza y se va añadiendo agua poco a poco hasta conseguir una emulsión con la textura deseada, más o menos espesa, según la preferencia. El último proceso es añadir sal, sin abusar, para que la receta resulte saludable además de agradable al paladar. Hay quienes añaden a esta pasta zumo de limón, lo cual da como resultado una variante de sabor suave y delicado. Admite múltiples condimentos que le darán el carácter a la crema, según se añada ajo en polvo o picado muy fino, pimentón dulce o picante o perejil, entre otros.

Si el tahini se combina con zumo de limón, ajos y garbanzos se obtiene una pasta llamada humus, una especie de paté de garbanzos cuya presencia es frecuente en los menús vegetarianos.

ALERGIA AL SÉSAMO




El creciente empleo de las semillas de sésamo como ingrediente de diversos productos (galletas, cremas de chocolate, bollería, repostería y aperitivos dulces y salados) puede estar asociado a un mayor número de alergias alimentarias, dada su capacidad alergénica. En 2005, una investigación realizada desde el Department of Food Science and Human Nutrition, and Nutritional Immunology Program, de la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU.), encontró un número de informes sobre la alergia al sésamo, en todo el mundo, notablemente superior en los últimos cinco años.

Desde el punto de vista clínico, se diferencian dos formas principales para esta alergia alimentaria: la hipersensibilidad inmediata que a menudo provoca anafilaxia sistémica (la manifestación alérgica más grave que afecta a varios órganos); y la hipersensibilidad retardada a compuestos como la lignina presente en el aceite de sésamo, cuya expresión clínica suele ser la dermatitis de contacto. Dada la gravedad de la reacción alérgica, conviene revisar con atención la lista de ingredientes y la etiqueta de los productos en caso de sospechar alergia a este alimento.
Fuente: Consumer Eroski